Eau de Ki, el elixir de la eterna juventud. Esta loción japonesa en mucho más que un cosmético, es una Esencia antienvejecimiento por excelencia. Su fórmula tiene casi 100 años y gracias a sus propiedades curativas se ha convertido en el secreto de belleza mejor guardado de Japón, transmitido de generación en generación. El agua de Ki tiene un proceso de fabricación único, se necesita más de 6 meses de fermentación para que cada uno sus ingredientes ancestrales ( hierbas medicinales y plantas aromáticas) se mezclen y obtener así una poderosa sinergia botánica que mantiene el equilibrio de la piel desde el interior. Gracias a este elixir, la piel rejuvenece de forma natural aprovechando su vitalidad inherente, literalmente renueva la apariencia de la piel en una semana y desde la primera aplicación sorprende. Puede parecer exagerado, pero solo tienes que probarlo.