James Heeley, diseñador y perfumista inglés, dio un giro radical a su carrera profesional después de su encuentro con Annick Goutal en 1996. Su fascinación por los perfumes le llevó a crear su propia marca. De la sencillez y pureza compositiva de sus primeras creaciones pasó a fragancias de una mayor complejidad como la muy admirada Cardenal, Espirit du Tigre o Cuir Pleine Fleur.
Cada detalle, desde el proceso creativo de las fragancias pasando por su packaging reciclable o el diseño del frasco con el tapón de madera grabada, está diseñado por la "casa". Heeley es uno de los pocos perfumistas fundador-propietario de una marca de perfumes de lujo, esta independencia le permite la total libertad creativa .
He aquà una declaración de principios:
"Un buen perfume ha de tener equilibrio y proporción además de poder evocar una imagen, una memoria, o un sentimiento de placer". "Un perfume está hecho para la persona que lo lleva y aquellos que están cerca de él, todo lo demás supone una invasión a la privacidad".